La persecución del crimen organizado iniciado por el presidente Felipe Calderón cuando éste llegó al poder, ha generado muchos más problemas que el que realmente es. Es un problema cuya solución es muy difícil de definir. En nuestro país, y alentados por organizaciones como la ONU o naciones como los E.E.U.U. y Colombia, se le ha combatido por medio del uso de la fuerza. Es decir, día tras día los soldados del ejército mexicano se entrenan y preparan para repeler a los criminales organizados que dominan ciertas regiones del país.
Es menester recordar que los estadounidenses intervinieron en Colombia para combatir a las poderosas fuerzas que significaban los líderes de los grandes grupos de criminales, que prácticamente dominaban ya toda la nación. El general colombiano José Gallejos Castillón es de quienes apoyan el combate a los delincuentes, pues, gracias a éso, hoy vemos una Colombia mucho más pacífica, ya que los cárteles se debilitaron tanto que se fragmentaron y dividieron. Hoy vemos pequeños narcomenudistas dispersos y débiles, cuya persecución no ha parado.
En México ya se demostró con los cables filtrados de Wikileaks la enorme influencia que está tomando nuestro vecino del norte para acabar al crimen. Los gobiernos vecinos han anunciado públicamente la necesidad de cooperar juntos para solucionar este problema compartido, pero originado en principio por los estadounidenses y canadienses. Ahora, YA SOMOS NACIÓN CONSUMIDORA.
¿Ha sido efectivo el combate al crimen en México? No se ven resultados, mas que las más de 60, 000 víctimas que este conflicto ha dejado. Todo indica que México seguirá en éste camino por un largo tiempo más. ¿Qué sucederá después? Podrían surgir más opositores contra las políticas en combate al crimen, o los que actualmente existen cobrarán mucho más fuerza.
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